sábado, 9 de março de 2013

JESÚS NOS CONFIÓ SU REINO Y NOSOTROS LE CONFIAMOS NUESTRA VIDA


Una reflexión a partir de Lucas 11, 14 – 23

Este trecho del Evangelio habla sobre la existencia de fuerzas que se oponen al proyecto de Dios, paralizando a las personas e impidiendoles ejercer plenamente sus capacidades. Delante de esas fuerzas, Jesús impone autoridad y actúa como libertador. Su presencia entre los seres humanos inaugura un nuevo tiempo: el tiempo de la salvación de Dios.
La salvación, centro del mensaje de Jesús, se identifíca con el anuncio del reino de Dios, pués según K. Rahner, Jesús no se anuncia a sí mismo y si al reino. En el propio Jesús, el reino de Dios se vuelve una realidad concreta; algo en el mundo está cambiando: los enfermos son curados, los mudos hablan, los ciegos ven, los pobres son evangelizados y los pecadores descubren el perdón de Dios. La intención de Jesús, al anunciar el reino, es justamente de eliminar las ataduras que impiden al ser humano relacionarse bien con Dios y con los demás. De acuerdo con el pensamiento de W. Kasper, la realización del reino se dará definitivamente cuando el amor a Dios y al prójimo sea vivido en su plenitud.
Hay quienes reconocen en los gestos libertadores de Cristo la acción salvífica de Dios y se dejan transformar, pero también los que se cierran en sus antiguas estructuras y no son capaces de percibir el bien que está a su alrededor. Las resistencias contra Jesús son oposición a la realización del reino. En este caso, actuamos como adversarios de Dios, nos impedimos de seguir fielmente los pasos de su Hijo que, al anuncias la Buena Nueva del Reino, pide adhesión libre y total de cada persona. Para nosotros, la busqueda de este reino debe ser prioridad, pués ahí está el sentido de nuestra vida y misión.
Jesús nos confió su reino y nosotros confiamos nuestra vida a él. Se trata de una confianza mutua. Al identificarse con quien lo sigue, él continúa oponiéndose a cualquier fuerza o mentalidad que atenta contra la vida de las personas, o sea, a través de nuestras acciones, los gestos libertadores de Cristo continúan aconteciendo en la vida de mucha gente. Él nos usa como instrumentos para continuar anunciando la gratuidad del reino, invitando a otras personas a sumar esfuerzos con él en un discipulado cada vez más generoso y auténtico. Aunque él pueda hacer todo solo, quiso necesitar de nosotros, pués sabe que necesitamos mucho de él: “Sin mi nada podeis hacer” (Jn 15, 5).

Pe. Degaaxé
Tradução: Nómade de Deus

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