segunda-feira, 25 de março de 2013

IDENTIDAD Y SENTIMIENTO DE PERTENENCIA


Una reflexión a partir de Juan 8, 51-59 

Jesús al dirigirse a las personas, habla de eternidad, pués es para este horizonte que está orientada nuestra vida. Recordemos lo que dice Pedro en un momento iluminador de su camino: “¿Para dónde iremos, Señor? Sólo tú tienes palabras de vida eterna”. Jesús quiere ser escuchado y quiere que hagamos un tesoro de sus Palabras. Respecto a esto afirma San Juan Calabria: “Cuanta atención damos a las palabras humanas y está correcto; mayor atención debemos a dar a la Palabra de Dios que... es Consecratoria, esto es, realiza aquello que dice”. Quien acoge y guarda esta Palabra hace de su vida una tienda donde habita Dios y siempre actuará con sabiduría.
A través de la expresión YO SOY, Jesús revela su verdadera identidad. Él se siente uno con el Padre y desea envolver a todas las personas en esta comunión, pero infelizmente, no es bien comprendido por sus interlocutores, que permanecen cerrados en su concepción monoteista de Dios que no admite relación de comunión. La primera vez que la expresión YO SOY aparece en la Biblia es en el episodio de la zarza ardiente en el Monte Horeb, cuando Dios revela a Moisés cómo desea ser conocido (Ex. 3, 14). Revelando su nombre, Dios entra para siempre en nuestra historia y, en Jesucristo, él se vuelve uno de nosotros. Según el teólogo Joseph Ratzinger, “ Aquí “nombre” no es solamente una palabra, y si una persona: el propio Cristo... es carne de nuestra carne, y hueso de nuestros huesos. Dios se volvió uno de nosotros, por lo tanto portador de nombre y una presencia a nuestro lado, en coexistencia”.
Este Dios que tiene nombre, al invitarnos para seguirlo, también nos llama por el nombre, valorizando algo tan significativo para nosotros. Por el nombre establecemos relaciones y no volvemos conocidos para los otros. Recordando nuestro bautismo, recibimos el nombre de cristianos, ganando una nueva identidad, así como los primeros cristianos, que eran conocidos como Seguidores del Nombre (de Jesús). Recordamos todavía la repercusión que causó el nombre del nuevo papa. Para los teólogos, “Francisco es más que un nombre. Es una misión; un proyecto de vida. Es la esperanza de una nueva práctica de fraternidad entre los pueblos, de simplicidad en el estilo de vida y de amor a los pobres”. Que el nombre de Dios sea sea siempre más santificado a través de nuestras vidas, motivando una relación de mayor profundidad con los demás.

Pe. Degaaxé
Tradução: Nómade de Dios.

 

Nenhum comentário: