Como
vimos en el artículo anterior, los pueblos bantu
traidos a Brasil, tuvieron su mayor influencia en la región sudeste, y en
particular en Río de Janeiro y San Pablo. Allí introdugeron la religión de
nombre cabula. Con el pasar del
tiempo, estos grupos de cabula
pasaron a llamarse macumba.
“paulatinamente, de forma más segura, la tradición yorubá comienza a influenciar en los grupos de macumba. Y así, los espiritus bantu fueron de a poco siendo
sustituídos por los Orixás yorubá” (BERKENBROCK, p. 149).
Como en esta región el catolicismo popular crecía también con
expresividad, al lado de la pajelança
y del espiritismo kardecista – que se
estaba introduciendo entre nosotros – los contactos se hicieron, los
sincretismos fueron sucediendo y de ahí, lo que venía de riqueza del candombé, catolicismo popular, espiritismo,
pajelança y base bantu, va a dar
origen a una nueva religión. Después de tantas influencias, adaptaciones y
sustituciones, no combina más llamar de macumba,
cuya palabra ya sonaba como “cosa primitiva” y hasta se tornó despreciativa.
Delante de tres alternativas propuests - quimbanda,
embanda e umbanda- prevalece quimbanda
e umbanda para designar la mayor
sintesis de religiosidades sucedidad en Brasil. Estas palabras vienen de la
lengua quimbundo, de Angola: umbanda significa “arte de curar”, y quimbanda significa “médico” o
“curandero”. Es bueno recordar que no son solamente palabras diferentes, sino
que son duas corrientes bien diferentes dentro de un mismo movimiento
religioso. Esta distinción se nos ofrece sintenticamente por R. Cintra, cuando afirma
que “Sólo recientemente es que se hizo la distinción entre umbanda, culto para homenagear los Oxirás o entidades y practicar ritos y beneficios, y quimbanda, culto de Exu” (CINTRA, p. 77).
En su doctrina, la umbanda
parte de un credo común[1],
entendiendose como religión monoteísta y cultivando la fe en un Ser supremo. La
función de éste es asumida por la Trinidad Superior o Trinidad Divina: Obatalá, Oxalá
e Ifá. Vaciados de su significado,
son identificados así: Obatalá como
Dios Padre, Oxalá con Jesucristo e Ifá con el Espíritu Santo. Representa
una influencia católica, pero no hay una relación de comunión entre ellos, como
enseña la doctrina católica. Cada uno es visto de forma aislada. Tiene también
la creencia en la existencia de entidades y espíritus, los cuales pertenecen a
los oxirás – los innumerables
espíritus de la tradición bantu, espíritus
de muertos, de africanos, indigenas, de antiguos esclavos, de niños, de
fallecidos en otros continentes. Otra característica muy fuerte en la Umbanda
es la creencia en la posibilidad de contactos entre los espiritus y las
personas, de los cuales depende la vida. El medio es la persona que tiene y
desenvolvió la capacidad para ejecutar esta tarea. Los espíritus, aunque sean
inmortales, necesitan pasar por un proceso evolutivo. Por eso creen también en
el desenvolvimiento del espíritu y en la reencarnación. En cuanto a la
clasificación, hay espíritus que ya alcanzaron la perfección, en este caso, los
santos católicos, los Oxirás, los
negros – viejos y los caboclos. Otros necesitarán de sucesivas reencarnaciones.
(cf. BERKENBROCK, p. 157).
Axé!
Pe.
Degaaxé
Tradução: María Erika Martínez
Tradução: María Erika Martínez
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