domingo, 4 de novembro de 2012

RELIGIONES DE ORIGEN AFRICANO Y LA SOCIEDAD BRASILEÑA


          Para comprender este artículo aconsejo leer el anterior. La rica religiosidad de la cual las culturas afrobrasileñas son portadoras tienen su origen en el universo religioso africano y éste continúa influenciando la forma de vivir la experiencia de Dios para los allegados a las religiones afrobrasileñas, también llamadas religiones de origen africano. Es urgente una profundización, por parte de la sociedad, sobre el dinamismo y la enseñanza de estas religiones para una postura más acogedora y dialéctica.

Las religiones origianarias de las culturas Yoruba
         En la parte norte del país, desde el Amazonas hasta las fronteras de Pernambuco, estas religiones establecieron un fuerte intercambio con las religiones indigenas. Eso sucede en la pajelança, en Pará y el Amazonas, no encantamento, en el Piauí, y en el catimbó de las demás regiones. En San Luis de Maranhão, los pueblos gege dejaron marcas de sus religiones, en el tambor de mina, que se asemeja al vodu. En el resto del Nordeste la contribución de los yorubá-nagô fué más marcante en los grandes centros urbanos y suburbanos, particularmente Salvador y Recife. Más tarde, un contingente de Nago se desplazó también hacia el sur del país. Con ellos vino la religión de los Orixás, que recibió un nuevo nombre, conforme a la experiencia de esos nuevos pueblos y sus contextos. Siendo así, tenemos: el xangô, en Pernambuco, Alagoas y Sergipe y el candomblé, en la Bahía. En el extremo sur, particularmente en Río Grande del Sur, es llamada de batuques (cf. SOUZA Jr., p. 15) o nação. 

Religiones con origen en las culturas Bantu
       Las culturas bantu tuvieron mayor influencia en la región sudeste del país, y en particular, en Río de Janeiro y San Pablo. Allí introdujeron la religión de nombre cabula. “En algunos escritos, alrededor de 1900, estos grupos son llamados de “cabula” y alrededor de los años 30 son llamados de macumba, el nombre sobre el cual ellos se tornan conocidos en todo Brasil” (BERKENBROCK, p. 149). La tradición yorubá ejerció una fuerte influencia sobre estos grupos, junto con el catolicismo popular,la  pajelança y el  espiritismo. Después de tantas influencias y adaptaciones, pasan a llamarse quimbanda y umbanda. Son corrientes diferentes dentro de un mismo movimiento religioso. Así la palaba umbanda es “el culto para homenagear a las deidade y practicar homenages en su beneficio y quimbanda, culto de Exu” (CINTRA, p. 77).

Preconceptos de ayer y de hoy
       Ya en los primeros contactos de los colonizadores con los pueblos africanos, los preconceptos se hicieron sentir, ya que creían que estos pueblos no poseían alma. Los que se establecieron allá e intentaron algún intercambio religios, se referian a las Sagradas Escrituras para hablar de la revelación divina, pero la característica de la tradición africana es la oralidad; sus revelaciones “eran por medio de los sueños, presentimientos, adivinaciones, visiones y posesiones, es por eso que los europeos creían em su orígen diabólico” (MATTOS, p. 84). en Brasil, a partir del siglo XVIII, fueron consideradas “prácticas de magia”, “hechicería” y “grosera superstición”. Durante el Nuevo Estado, en 1930, se intensificaron las perseguiciones contra ellas, eran juzgadas como en contra de la moral pública, sobretodo porque hacían sacrificios de animales. La Constitución Federal salvaguarda el derecho de culta a esas religiones, pero el preconcepto está tan arraigado en la sociedad, se tornó común  la invasión de territorios y la destrucción de objetos sagrados por miembros de otros movimientos religiosos. Sobre eso, hay casos recientesn en la Bahia. Lo que estas religiones más esperan de la sociedad brasileña es ser aceptadas como opción y diferencia.

Enseñanzas de las religiones de origen africano
      Para los fieles de estas religiones, el modo de vivir es marcado por la experiencia religiosa, según la cual se debe vivir en armonía con todo lo que existe, pués la realidad es parte del ser humano y el ser humanos es parte de ella. Su espiritualidad es esencialmente ecológica, reconociendo la naturaleza como santuario de Dios y la tierra como un ser maternal y fecundo. Por eso, las ofrendas presentadas son colocadas en el suelo, en los arbustos y en los bordes de los caminos, etc. Como la parte está en el todo y el todo está en la parte, la dinámica de la vida viene  de una energía presente en todas las cosas – Axé. Cultivan la unidad de la vida, creyendo que el mundo visible – Aiye ­– es una prolongación del mundo invisible – Orum, osea, todo lo que existe es envuelto por la dimensión sagrada. El ser humano debe realizar acciones de cuidado con la naturaleza y todo lo que existe, pués eso contribuye para mantener el equilibrio y la armonía del universo.

 Axé!
Degaaxé
Tradução: María Erika Martínez

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