domingo, 15 de janeiro de 2017

EL SACERDOTE ES UN DON DE DIOS PARA LA VIDA DE LA COMUNIDAD


Reflexión a partir de Is 49,3.5-6; 1Cor 1, 1-3; Jn 1, 29-34

* Bautizado de la niña Tamele e 15 años de padre Josuel Ndega

    Queremos reflexionar sobre tres testimonios que nos ayudan a vivir con entusiasmo nuestra vocación esto es, primero el testimonio de Dios sobre su ciervo (primera lectura); segundo el testimonio de San Pablo que se considera apóstol por voluntad de Dios (segunda lectura); tercero, el testimonio de Juan Bautista sobre Jesús como Cordero de Dios (Evangelio).  Nuestro foco será nuestra participación en el sacerdocio de Cristo.

     Sobre el primer testimonio, es uno de los cánticos del siervo del Señor escrito durante el exilio en Babilonia y podemos encontrarlo en la segunda parte del libro del Profeta Isaías.  Es realmente edificante la manera como Dios habla respecto de su siervo.  En primer lugar existe un plan. Dios no actúa de cualquier manera. Él conoce a su siervo pues Él mismo lo preparó desde el vientre materno y lo representa con amor porque la vida de su siervo le agrada.  Alguien que decidió ser padre elige ser siervo y su vida agrada a Dios porque él no se busca a sí mismo sino la gloria de Dios y el bien de su pueblo. La relación de intimidad con su maestro es la relación de su fidelidad (cf. 1Sam 2,35).  Esta es de hecho la experiencia que genera identidad y da sentido a la misión motivándolo a vivir con alegría su vocación sacerdotal. La reflexión sobre este cántico es una oportunidad de renovar mi compromiso como pobre siervo y agradecer a Dios por el don del sacerdocio, y por su presencia constante en mi vida.

      Las sagradas escrituras testimonia sobre la fidelidad de Dios para con sus siervos como una manera suya propia de actuar y como un camino seguro para hacer la voluntad de Dios. Él conoce las debilidades de sus siervos y por eso permanece próximo y actúa junto con ellos para que sean fieles. La fidelidad de Dios es una invitación para que hagamos de la misma manera. Esta es la síntesis de la vida de San Pablo en la segunda lectura. Él es muy consciente que su vocación como Apóstol de Jesucristo es voluntad de Dios. San Pablo vive su vocación con mucho celo con total disponibilidad en la causa del Evangelio. Su testimonio de vida nos ayuda a entender el sentido profundo de nuestra participación en el sacerdocio de Cristo a través del bautismo. Cómo bautizados nosotros somos miembros del cuerpo del señor e invitados a contribuir a la edificación de su cuerpo que es la iglesia. En cada persona bautizada está presente toda la iglesia. Aquello que sucede con uno miembro es la responsabilidad de todo el cuerpo.  Vivimos la vocación en una comunidad, pero para el bien de toda la Iglesia de Cristo.

   Otro ejemplo muy importante es el testimonio de Juan Bautista. Él fue capaz de reconocer a Jesús como "Cordero de Dios que quita el pecado del mundo" porque estaba atento a la Inspiración de Dios como siempre ha sucedido (en el vientre de Isabel, en el desierto, en el Jordán, y en el pasaje de Jesús de acuerdo con el evangelio de hoy). Ser bautizado es participar de la vida de Dios entrando en el movimiento de espíritu que hace a la persona de nuevo, causando gran alegría para nuestra familia espiritual. De acuerdo con el Papa Francisco "cada niño que nace es un presente de alegría y esperanza y cada niño que es bautizado es un milagro de la fe y fiesta para la familia de Dios" El nombre que es pronunciado durante el bautismo recibe un nuevo significado, nueva identidad, es Dios mismo quien quiere que el nombre de la persona sea su segundo nombre, siendo incluida en esta lista: Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, Dios de Ana, Dios de David, Dios de Clementina, Dios de Josafá, Dios de Tamele.


      Juan dice dos veces que no conocía a Jesús, pero a través de la inspiración de Dios fue capaz de reconocer a su Hijo. Después el mismo Juan afirmó "yo lo vi y doy testimonio". Ser sacerdote es ser testimonio de los hechos de Dios en el mundo y en la vida de las personas. El sacerdote es una persona que busca conocer a Dios siempre más para poder reconocerlo y mostrarlo a los demás. El sacerdote es ministro de la misericordia porque él primero hace la experiencia de la misericordia. El sacerdocio es como “Ubuntu” esto es la experiencia de sentirse uno con los demás hermanos y hermanas en la comunidad porque ser sacerdote es ser un hermano entre hermanos y para la vida de ellos.

Fr Ndega
Tradución: Nómade de Dios

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