quarta-feira, 3 de abril de 2013

SOLAMENTE QUIEN AMA ES CAPAZ DE SERVIR


Una reflexión a partir de Juan 13, 1-15

La liturgia cristiana se enraíza en el culto judío, que tiene como centro a Iahveh, el Dios que decidió hacer historia con su pueblo y establecer una alianza de amor. La celebración de la pascua es central en la vida de este pueblo y el sentido fue madurando a los largo de los siglos: “ De una fiesta primaveral y pastoril, con la liberación de Egipto recibió un nuevo sentido. Pero todo eso preparaba al pueblo para recibir su sentido pleno en Jesucristo, que se dejó inmolar por la liberación de la humanidad entera” (U. ZILLES).
De hecho, Jesús no instituyó una nueva pascua, sino que por su vida, muerte y resurrección realiza la plenitud de la pascua, dando un nuevo sentido a muchos ritos y fiestas litúrgicas. Utilizando el ritual judío,  él anuncia a sus discípulos la liberación plena que estaba por venir y que él mismo deseó  ardientemente compartir con sus amigos. En esta cena en un clima de mucha expectativa y familiaridad, Jesús se da en alimento, anticipando en forma de ritual lo que iba a pasar con él en la cruz. Por medio de gestos simbólicos, él manifiesta el sentido de su entrega libre, característica que marcó toda su vida y que debía ser parte de la vida de sus seguidores. Siendo así, lava los pies de sus discípulos, dando ejemplo de profunda humildad y vacío de sí mismo (Kenosis), uniendo para siempre la celebración de su Cuerpo y Sangre a la caridad fraterna. Aquellos que deberán continuar en el mundo la Obra del Maestro asumen una nueva postura, caracterizada por la actitud de servicio, por el aprecio unos por los otros y por el compartir, donde son establecida nuevas relaciones.
Jesús es el Maestro servidor, que ama hasta las últimas consecuencias. Sabiendo que el amor exige presencia, él eterniza su presencia en el mundo a través de la Eucaristía. La Eucaristía es expresión de la entrega libre de Cristo y gesto de amor que se vuelve servicio. En este contexto tiene sentido el sacerdocio ministerial, señal de Cristo Pastor que continúa cuidando y guiando su Rebaño. Por el sacerdocio común de los fieles, nos volvemos un solo cuerpo con Cristo, y por lo tanto corresponsables para su edificación en el amor. La eucaristía solamente tiene sentido si  es expresión del amor fraterno y solamente quien ama es capaz de servir. Solamente quien ama de verdad es capaz de ir hasta las últimas consecuencias. Por la eucaristía somos realmente transformados en aquel que celebramos, acogiendo la realidad del misterio pascual como “pascua de Cristo en la pascua de la gente, pascua de la gente en la pascua de Cristo” (CNBB, doc. 43, n. 300). Después de cada celebración eucarística se nos invita a volver a las actividades cotidianas como testigos del Cristo que entrega su vida por amor, para que todas las personas tengan vida plena.

Pe. Degaaxé
TRADUÇÃO: Nómade de Dios.

 

Nenhum comentário: