segunda-feira, 27 de setembro de 2021

LOS OTROS DISCÍPULOS DE JESÚS.

 

Una reflexión a partir de Núm. 11, 25-29; Stg. 5, 1-6; Mc 9, 38-43. 45. 47-48




Dios no discrimina a nadie poque ama y en el amor no hay discriminación. De acuerdo con la primer lectura, Él espera que todo su pueblo sea profeta, escuchando su Palabra y hablando en su nombre. Los dones de su Espíritu nos motivan a actuar con bondad para todos, confirmando que su amor no tiene límites. Nadie debe retener para sí los dones recibidos, ni pensar que es un privilegiado de Dios. Delante de él, nadie tiene más dignidad que los otros.

En la segunda lectura, Santiago critica duramente a aquellos que se vuelven ricos actuando injustamente, especialmente negando a los trabajadores sus salarios justos. Las víctimas de esta situación no son olvidadas por Dios, que condena toda forma de injusticia y desigualdad entre las personas. Esta crítica también aplica a todos aquellos que confían más en las cosas que poseen que en Dios. El problema es que cuando alguien muere no se puede llevar nada. Por lo tanto, el hábito de acumular es una barbaridad.

En el Evangelio, los discípulos impiden a un hombre que expulse demonios en nombre de Jesús por él no era del grupo elegido de los doce. Un hombre que liberaba a otro del mal y le devolvía la vida es silenciado por los seguidores de Jesús. Ellos ponen la institución antes que la persona, la idea de ellos antes que la del hombre necesitado: el enfermo puede esperar, la felicidad también. Vemos que todavía les falta discernimiento, apertura, etc. 

Entonces Jesús se opone a esa mentalidad, diciendo que quien ayuda al mundo a liberarse y florecer es de los nuestros. Quien siembra amor pertenece a nuestro grupo y, por lo tanto, pertenece a Cristo.  Imaginemos cuantos siguen el Evangelio sin pertenecer al grupo de los doce. Se puede ser un hombre o una mujer de Cristo sin ser hombre y mujer de Iglesia, pues el reino de Dios es mayor que la iglesia, y no coincide con ningún grupo. Entonces, aprendamos a reconocer, valorizar y agradecer por el bien, venga de quien venga.

Mientras perdemos tiempo investigando quién es de los nuestros o no, perdemos la oportunidad de ser ayudados a hacer el bien de manera más eficaz. Pensemos cuánto bien dejamos de hacer sólo por la dificultad de actuar junto a los otros. Preguntémonos: ¿queremos promover el Reino de Dios o el nuestro? El mayor escándalo es ser un obstáculo para quien quiere creer en Jesús.  Y somos un obstáculo cuando nos cerramos a lo diferente. Es una barrera que nos impide ser fecundos. En vez de eso, Jesús era el hombre sin barreras, sin fronteras, cuyo proyecto es uno solo: ustedes son todos hermanos y hermanas. Su intención es construir una fraternidad universal, volviéndonos un solo pueblo, el Pueblo de Dios. ¿Queremos ser sus discípulos colaboradores o no?


Fr Ndega

Traduzione: Nomade de Dios

 

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