domingo, 9 de dezembro de 2012

REVELACIÓN CRISTIANA Y CULTURAS AFRO-BRASILEÑAS A LA LUZ DE LA TEOLOGÍA DE ANDRÉ TORRES QUEIRUGA.


          Creo que todos ya deben estar sabiendo que este es el título de mi disertación de maestrado, defendida en el último día 04 del corriente. El tema es polémico y complejo; el autor elegido para orientar las reflexiones también está envuelto en muchas cuestiones polémicas, pués reflexiona sobre la misma fe cristiana con categorías y lenguages nuevos. Se trata del legítimo pluralismo teológico. Él nos permitió pensar la revelación de Dios de un modo ilimitado, dentro de la historia concreta de los hombres y mujeres culturales, en sintonía con las disposiciones del Concilio Vaticano II. Cuando el Concilia habla de revelación, llama la atención sabre la iniciativa libre de Dios que habla a los seres humanos como a amigos, invitandolo a la comunión íntima (cf. DV 1). Nada lo obliga a revelarse ni el ser humano lo merece, pero Dios no libera la respuesta de éste. La iniciativa es divina e interpela, pero existe la participación humana que capta, articula y expresa el impulso revelados que viene de Dios. Así, las culturas, a partir de su experiencia religiosa poseen elementos que posibilitan captar la revelación de Dios y responder con creatividad a esta dinámica reveladora.
En ese mismo sentido podemos pensar la situación de las culturas afro-brasileñas que, descendiendo de pueblos profundamente religiosos, poseen una visión religiosa de la vida. La religiosidad popular brasileña está impregnada por la forma afro de concebir la vida, el ser humano, la sociedad y el propio Dios. En este sentido, las religiones afro-brasileñas o de origen africano han ejercido un papel fundamental. Ellas guardan historia de reinos y familias africanas, con sus experiencias significativas y retratan periodos de dolor, sufrimiento y resistencia del pueblo negro contra el sistema esclavista. Por eso, se cree en la posibilidad de un encuentro positivo de esas religiones con el cristianismo, especialmente de origen católico. A partir de ahí surgen algunos cuestionamientos:  En qué condiciones este encuentro es posible? Cuáles son los pasos que ya fueron dados en esa dirección? Qué es lo que todavía es un desafío y cuáles son las perspectivas? Cuáles son las contribuciones que la forma afro de ser y de concebir trajo para la evangelización y para la reflexión teológica? De un modo general, las culturas afrodescendientes son dinámicas y poseen una capacidad enorme de superación, porque actúan por la fe, una fe que es, al mismo tiempo, herencia ancestral y experiencia actual – comunitaria y personal, una fe comprometida con la transformación de la realidad y solidaria con los anhelos de los oprimidos de todos los tiempos.
En el intento de responder a estas y otras provocaciones, es que me dediqué a la presente investigación. La disertación está dividida en tres partes, que corresponden a tres capítulos. En el  primero, traigo una profundización de la razón de la existencia y sobrevivencia de las culturas afro-brasileñas, penetrando en las estructuras y rituales de algunas de sus religiones, especialmento el candomblé, la religión de los Orixás. Se trata de un rescate de la herencia africana, de donde se origina toda la vitalidad de la identidad de las culturas afro-brasileñas. Solamente se puede comprender mejor la situación de esas culturas en Brasil, si rescatamos sus raices, a través de los grupos étnicos africanos traidos como esclavos, con su teología, visión del mundo y de ser humano propias.
En el segundo capítulo traigo, en lineas generales, el pensamiento del teólogo Andrés Torres Queiruga sobre el evento de la revelación de Dios en lo cotidiano de los hombres y mujeres de todos los tiempos y las distintas formas de respuesta al Dios que se revela, reconociendo que a través de las religiones el ser humano no solamente encuentra respuestas a los enigmas más profundos de su vida, sino que puede responder mejor al Dios que se revela. Así, la religión cristiana, teniendo en Jesús de Nazaret la máxima expresión de la revelación divina, es llamada a aproximarse de las culturas y de sus religiones con respeto y espíritu fraterno, reconociendo que en los diversos pueblos y culturas, el Espíritu Santo espalló las semillas del Verbo. Aún sin tener contacto con la revelación cristiana, son los caminos reales de revelación y pueden contribuir con lo que le es propio para que la verdad sea alcanzada por todas las personas que de ella participan.
En el tercer capítulo  aprofundizo las consecuencias teológico-pastorales a respecto del encuentro del cristianismo y las culturas negras, volviendo nuestra atención para la redescubierta que estas culturas hicieron de la revelación cristiana y su contribución para una forma diferente de concebir la presencia y acción divinas. Así, reflexionaremos también sobre la descubierta de la negritud en la Iglesia, la solidaridad en la lucha con los pobres, rescatando los valores culturales que permiten una mayor dinamicidad litúrgica, a través de la inculturación. Todo eso nos lleva a entender que la renovación de la liturgia propuesta por el Concilio Vaticano II (1962 – 1965), pasa por la inculturación y no puede haber verdadera y sólida evangelización si se desvincula de las culturas de los hombres y mujeres locales. Como corazón de esta investigación, no podía faltar una provocación al diálogo interreligioso, destacando lo esencial de la identidad cristiana frente a la alteridad y la diferencia, especialmente diferencia religiosa. El mandato misionero lleva consigo, entre otros aspectos, la exigencia del diálogo con las religiones de los pueblos. Especialmente con las religiones de orígen africano, el cristianismo católico asume la tarea de buscar las ocasiones más oportunas y los medios más adecuados para un verdadero y auténtico diálogo, reconociendo las “semillas del Verbo” ahí presentes.
El diálogo entre cristianismo católico y religiones de origen africano es útil y necesario; es parte del proceso evangelizador y traduce una conciencia madura de la Iglesia que no cierra  arbitrariamente las posibilidades de revelación y salvación en terreno ajeno, pero busca aproximación y acogida. Una nueva perpectiva teológica de la revelación posibilitará también una nueva postura delante de las tradiciones religiosas de origen africano que, como los cristianos y cristianas, viven en busca de la verdad y la plenitud.
Axé!
Pe. Degaaxé
Tradução: Maria Erika Martínez

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